Se nos fue nuestra querida Clara, pero permanece con nosotros, en sus trabajos, sus escritos, sus ocurrencias y comentarios. Ya no está, pero vive en el recuerdo que nos dejó en cada uno de nosotros, pues fue siempre activa, inquieta, ocurrente, espontánea y laboriosa; por eso todos sabemos quién es Clara Maya, todos compartimos espacios con ella, trabajos, tertulias, horas de risas entre café y café.
Siempre amplia, de puertas abiertas, así como su casa, en donde construía espacios de colegaje que se transformaban en amistad. Siempre estará viva, pues la llevaremos en nuestro recuerdo, en nuestras actividades Societarias, en nuestras reuniones, sigue ahí, porque siempre vivirá en todos los que tuvimos la suerte de compartir su vida.
Luz Marina Orejarena Ardila
Presidente